El creador de esta receta fue Ramón Romero, mi suegro, panadero de toda la vida en Plasencia, donde se conserva parte del horno de su familia, el Horno de los Bocanegra que forma parte de un museo de artesanía de esta ciudad cacereña.
¡Cuántas veces nos los hizo cuando íbamos a visitarles!. Por supuesto a él le salían exquisitos y como estaban tan rebuenos no podía resistirme a ver cómo los hacía para aprender y poder repetirlos en casa. Ahora me alegro de haber aprendido de él. Yo copié la receta y he ido pasándosela al resto de la familia.
Son los dulces estrella en casa.
Ingredientes:
- 1 pastilla de levadura fresca (40gr)(en Mercadona y Ahorramás)
- 2 medidas de leche (un vaso de vino, de unos 100 ml aproximadamente)
- 1 medida de agua
- 1 medida de aceite
- 5 ó 6 cucharadas de azúcar
- 1 kg de harina (aproximadamente, la que admita)
- una pizca de mejorantes panarios si es que los tienes (si no quedan igual de ricos)
- paños ligeros para colocar y tapar los donuts mientras reposan
- 1 ó 2 litros de aceite para freirlos (girasol u oliva, el que más rabia te de, yo suelo usar girasol para esto)
- sartén un poco honda
Para el almíbar:
– 1 vaso de agua
– 1 vaso de azúcar
Preparación:
En un cuenco deshacemos la levadura batiéndola con el agua para que quede bien disuelta.
A continuación se añade la leche y se bate bien.
Después el azúcar y el aceite y mezclamos todo bien.
Por último se añade la harina poco a poco hasta encontrar el punto de la masa, que no se pegue y que tampoco quede dura. (Si queda un poco blanda puedes ir añadiendo harina poco a poco mientras la amasas espolvoreándola).
Sacamos del cuenco y amasamos tanto como haga falta hasta que pierda fuerza y se meneje fácilmente. Para esto puede ayudar mucho partir en varios trozos la masa e ir amasando uno a uno y darles varias vueltas. Si tienes una amasadora también puedes utilizarla para darle un buen amasado.
Para seguir preparando los donuts se hacen bolitas de aproximadamente el tamaño de una ciruela, que pondremos a reposar sobre paños ligeramente enharinados y taparemos con otros paños para que suba la masa, deben doblar prácticamente su tamaño.
El tiempo de reposo depende mucho de la temperatura ambiente, puede ir de 1/2 hora a 2 horas aproximadamente.
Cuando las bolas han subido es el momento de aplastarlas por ambos lados para desgasarlas y justo después se le hace el agujero al donut, se puede utilizar un vaso de chupito, el tapón de un bote de plástico o lo que se te ocurra. Para ello se presiona con el tapón en el centro de la bola aplastada que tendremos y se extrae esa parte para dejar hecho el donut. El agujero debe ser al menos de unos 2 cm porque ahora toca dejarlo reposar otra vez sobre los paños enharinados y tapados. Debe volver a reposar hasta que prácticamente vuelta a doblar su tamaño. No hay que dejarlo crecer en exceso porque se pasarían.
A continuación hay que freirlos y en la sartén de nuevo deben crecer un poquito, cosa que no pasará si los hubiéramos dejado subir en exceso.
Es importante que el orden en que se hayan preparado los donuts es en el que deberán irse friendo (esto es por el tiempo de reposo que han ido teniendo), para esto colocaremos hacia abajo en la sartén la parte del donut que estuvo hacia arriba durante el reposo.
El aceite no debe estar ni muy caliente ni muy flojo para que ni se quemen ni se empapen de aceite.
Cuando están fritos los dejamos enfriar.
Yo utilizo una «herramienta» que me hizo él, parcida a la maza de un mortero, para aplastar las bolas y un gancho que también me dio él para darles la vuelta en la sartén y sacarlos sin espachurrarlos. 🙂
Por otro lado preparamos el almíbar poniendo a cocer el agua con el azúcar y cuando esté listo lo dejamos enfriar.
Cuando los donuts y el almíbar están fríos se mojan ligeramente en el almíbar y ya podemos deleitarnos.
Es un dulce para comer en el día o al día siguiente (pueden durar unos 3 días).
Si se congelan recién hechos, justo cuando ya están fríos, luego tienen buen comer también al descongelarlos estarán como recién hechos.
En cuanto al rebozado, si te gusta el chocolate el de cobertura es el que hay que utilizar.
¡Buen provecho!