Se trata de un dulce tadicional extremeño, de la provincia de Cáceres.
No sé si es típico de otros pueblos, esta receta es de la suegra de una cuñada de Torrecillas de la Tiesa, un pueblo cerca de Trujillo.
Yo los probé en una fiesta familiar y me encantaron, así que pedí la receta.
Los describiría como una mezcla entre las rosquillas de anís y los pestiños, ambos también dulces fritos típicos de la gastronomía popular de Extremadura.
La primera vez que los hice les encantaron a todos los que los probaron.
Aquí dejo la receta para disfrute de todos.
Ingredientes
- 12 yemas de huevo
- 2 cascarones de aguardiente
- 4 cascarones de aceite de oliva
- 13 cucharadas de azúcar
- 1 levadurina
- Azúcar glass para decorar
- 1 litro de aceite de girasol para freír
- 700gr de harina de trigo aproximadamente, la que admita ( va a depender del tamaño de los huevos)
Utensilios
- Cuenco grande
- Rodillo
- Sartén honda
- Pinzas de cocina, espumadera o tenedores de madera
- Papel de cocina absorvente
- Plato grande o fuente para servir
Preparación
Se baten las yemas de huevo y luego se le va añadiendo el azúcar y se continúa batiendo hasta que quede bien mezclado.
A continuación se va incorporando el aguardiente y después el aceite.
Se mezcla todo bien.
Se incorpora la levadura a la harina y se va echando a la mezcla moviendo con una cuchara hasta que tenga una consistencia para amasar con las manos.
La masa debe quedar blanda pero sin pegarse a las manos.
Se forma una bola y se deja reposar una media hora.
A continuación se van cogiendo trozos de masa y se hace una bola del tamaño de una ciruela más o menos.
Con un rodillo se estira la masa haciendo una tira fina , de unos 3-4 milímetros aproximadamente.
Se unen ligeramente los extremos tirando ellos hacia el centro de la tira.
En una sartén honda con abundante aceite caliente (ni mucho ni poco) se fríen por ambos lados.
El aceite debe cubrir todo el dulce, se irá al fondo de la sartén y flotará a medida que se vaya friendo.
Se sacan una vez fritos a un plato, en el que colocaremos un papel absorvente para que recoja el aceite sobrante y se dejan enfriar.
Cuando estén templados se espolvorean con azúcar glass.
¡A disfrutar! 😉